Bonos: Tu Guía Esencial para Entender la Renta Fija

¿Qué es realmente un bono?

Un bono es, en el fondo, un préstamo. La diferencia es que tú no pides el dinero, sino que lo prestas. Cuando compras uno, le das tu dinero a un gobierno o a una empresa por un tiempo determinado.

A cambio de usar tu dinero, esa entidad se compromete a dos cosas:
1. Devolverte el capital que prestaste cuando termine el plazo.
2. Pagarte intereses de forma regular mientras dure el préstamo.

Por eso se les conoce como instrumentos de «renta fija»: desde el principio sabes (o tienes una idea muy clara de) cuánto dinero vas a recibir y cuándo. Es muy diferente a comprar acciones, donde te conviertes en dueño de una parte de la empresa y tus ganancias dependen directamente de cómo le vaya al negocio.

Las tres piezas clave

Para entender un bono, solo necesitas conocer tres puntos clave que te dirán cuánto ganarás y por cuánto tiempo:

  • Valor nominal (Principal): Es la cantidad de dinero que te regresarán al final del plazo. Aunque es su precio «base», en el mercado secundario puedes comprarlo más barato o más caro, dependiendo de las condiciones.
  • Tasa de cupón: Es el interés que paga quien emite el bono. Por ejemplo, si un bono tiene un valor nominal de $1,000 pesos y un cupón del 5%, recibirás $50 pesos al año hasta su vencimiento. El nombre «cupón» viene de cuando los bonos eran de papel y la gente recortaba un pedazo para cobrar los intereses en el banco.
  • Fecha de vencimiento: Es el día en que termina el préstamo y quien emitió el bono debe devolverte tu capital inicial. Los plazos varían mucho, desde unos cuantos meses (como algunos CETES en México) hasta 30 años o incluso más.

Tipos de bonos según el emisor

El riesgo y la ganancia de un bono dependen casi totalmente de quién te pide el dinero.

  • Gubernamentales: Los emiten los gobiernos nacionales. En México, los más conocidos son los CETES (Certificados de la Tesorería) y los Udibonos. Son los más seguros porque los respalda la economía del país. El riesgo de que no paguen es mínimo, pero justo por eso, suelen ofrecer rendimientos más bajos.
  • Corporativos: Son la deuda que emiten las empresas para expandirse o financiar proyectos. Como existe un mayor riesgo de que una empresa quiebre a diferencia de un gobierno, estos bonos suelen pagar intereses más altos para atraer a los inversionistas.
  • Municipales y de Agencia: Son parecidos a los gubernamentales, pero los emiten estados, municipios o agencias específicas del gobierno. Sirven para financiar obras públicas locales, como carreteras o escuelas.

La relación entre precio y tasas de interés

Este concepto suele ser el que más confunde, pero en realidad sigue una lógica de mercado bastante sencilla: si las tasas de interés suben, el precio de los bonos baja.

Imagina que tienes un bono que paga un 3% de interés. Si el banco central sube las tasas y se emiten nuevos bonos que pagan un 5%, nadie querrá comprar el tuyo del 3% si por el mismo precio puede conseguir uno que rinda más. Para vender tu bono «viejo», tendrías que bajar su precio hasta hacerlo atractivo.

Por el contrario, si las tasas bajan, tu bono con intereses altos se vuelve muy valioso y su precio sube.

Preguntas Frecuentes

¿Es posible perder dinero con un bono?
Sí, aunque son menos volátiles que las acciones. Puedes perder dinero si lo vendes antes de que venza, especialmente si las tasas de interés subieron (por la relación inversa que explicamos). También si la empresa que lo emitió quiebra y no puede pagar.

¿Cuál es la diferencia entre un CETE y un bono corporativo?
Principalmente, el riesgo y el rendimiento. Un CETE es deuda del gobierno mexicano, por lo que se considera muy seguro. Un bono corporativo es deuda de una empresa privada; puede ofrecer mayores ganancias, pero implica el riesgo de que la compañía enfrente problemas financieros.

¿Tengo que mantener el bono hasta que venza?
No, no es obligatorio. La mayoría de los bonos se pueden vender en el mercado secundario antes de su vencimiento. Eso sí, el precio al que lo vendas dependerá de cómo esté el mercado en ese momento, no de su valor nominal.

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